Las matemáticas son ciencias exactas,
por tal motivo se deben dar seguimiento como se debe. El maestro como guía dentro del grupo y como
influencia de los alumnos para aprender esta asignatura, debe tener en cuenta
que la resolución de problemas es el enfoque pero no es el principal objetivo,
sino que es el entendimiento y manejo de la misma, para posteriormente
enfrentarse a situaciones reales que se le presenten donde los conocimientos
sean significativos y los apliquen en si vida cotidiana, que desarrollen sus
habilidades, destrezas y actitudes, englobándolas como competencias, que deberán
asumir dentro y fuera de la escuela.
Las matemáticas para la mayoría de los
alumnos las ven como su terror o miedo, que con el simple hecho de mencionarles
matemáticas y a su vez física o química, ya están pensando en que no les entenderán.
No hay que perder de vista que hasta los mejores, presentan dudas, también los
alumnos y con mayor concurrencia, es por ello que el maestro es el principal
que deberá entenderlas y así él pueda transmitir sus conocimientos de manera
más atractiva por medio de dinámicas o juegos, haciendo de las clases algo
divertidas, que los alumnos se motiven por aprenderlas y que el maestro interactúe
más con ellos durante la actividad para que los alumnos puedan observar que también
hay interés por parte del maestro.